La compañía fomenta la convivencia en comunidad y les da a sus propietarios cimientos para edificar planes de vida.
Construir es uno de los mejores retos empresariales y vivenciales. En pocas palabras, es tejer una red formidable. Con la decisión de edificar una vivienda se da inicio a una larga cadena que empieza en las minas de arena, en las cementeras y en la industria en donde son transformadas las materias primas. Ese esfuerzo luego se estructura con el conocimiento sofisticado de ingenieros y arquitectos.
Lo más complejo no son los detalles técnicos sino la cadena que debe engranar todos los elementos de tal forma que satisfagan las necesidades de una sociedad. Desde su inicio, Apiros tuvo claro que como constructor no está simplemente construyendo un armazón de ladrillo y concreto, sino levantando un lugar para que alguien tenga la posibilidad de desarrollar su proyecto de vida. Cuando entrega una vivienda está apenas empezando la aventura, lo que sigue después es la edificación de un sistema de relacionamiento complejo entre las personas que conviven en ese lugar.
Construir un proyecto con miles de viviendas conlleva un reto aún más grande porque además de convivir en su hogar, las personas que llegan a habitar estos proyectos deben aprender a interactuar bajo las complejidades de la propiedad horizontal. Tienen que aprender a construir redes armónicas entre ellos y a enlazarse con las empresas de servicios públicos y con el Gobierno para el pago de impuestos y de otras obligaciones.
Pero además los constructores cumplen un papel muy importante en el desarrollo del país. La vivienda ha sido jalonadora de la economía, precisamente por ese entramado que nace en la adquisición de una casa. Es una cadena larga y compleja que tiene repercusiones en un proceso que se extiende ampliamente en el tiempo y en todos los sectores de la economía.
La última decisión que tomó el Gobierno respecto a la creación de 200.000 nuevos subsidios para promover la construcción VIS y no VIS es una medida importantísima. Esto demuestra la capacidad que tiene el Estado para estimular y consolidar la economía en tiempos normales. Pero ahora, en esta época crítica, adquiere una trascendencia fundamental.
Por último, es importante resaltar otra responsabilidad que tiene el sector: la innovación. Apiros ha buscado crear y usar los mejores materiales, así como innovar en los sistemas constructivos, las formas de desarrollo de proyectos de diferentes tamaños y la manera de construir tejido social.
Como explica Jorge Luis López Esguerra, presidente de Apiros, “los constructores tenemos el reto de ser uno de los ejes jalonadores de la innovación, esto es muy satisfactorio, pero a la vez es muy retador. Sentimos la responsabilidad de que el sector se ponga sobre sus hombros una de las piezas fundamentales de la reconstrucción del país una vez superada la pandemia”.
Fuente: Semana